La carne de carpa contiene hasta un 16% de proteínas de rápida digestión con una composición bien equilibrada de aminoácidos. Por este motivo, puede incluirse en el menú dietético como fuente de proteínas.

Es una fuente natural de cobalamina, hierro y otros nutrientes beneficiosos que normalizan el funcionamiento del sistema sanguíneo. Con el consumo regular de preparaciones preparadas a base de él, se reduce el riesgo de desarrollar anemia y otras enfermedades sanguíneas peligrosas.

La carpa es rica en sustancias que fortalecen el sistema inmunológico y ayudan al cuerpo a recuperarse de enfermedades debilitantes, exposición prolongada a situaciones estresantes y esfuerzos físicos graves. El consumo regular de este pescado reduce el riesgo de resfriados, reduce la probabilidad de cáncer, aumenta la resistencia del organismo a las infecciones bacterianas y virales y ralentiza el proceso de envejecimiento.

Básicamente, la carpa es un verdadero depósito de vitaminas.